La reacción que coronó ayer el jonrón de Eduardo Escobar fue una proclama, un grito, un desafío. El triunfo de Anzoátegui sobre Magallanes no solo forzó un quinto juego, quizás haya despertado a un gigante
Caribes dejó en el terreno a Magallanes | Foto: Avs Photo Report |
Magallanes estuvo a tres outs de celebrar el bicampeonato, con el mejor cerrador de la postemporada en la lomita y tres carreras de ventaja. Incluso las tribunas del estadio Alfonso Carrasquel se habían vaciado de aficionados de la tribu, decepcionados, muchos de ellos, por el jonrón de tres carreras con que Robinson Chirinos puso a ganar a los turcos en el décimo inning.
Tres outs para terminar con tres meses y medio de batalla, con Jean Machí y su indescifrable splitter en el montículo, listo para refrendarlo.
"Fue un final de película", admitió el piloto visitante, Carlos García.
El juego que Daryl Thompson, Dustin Richardson y siete relevistas mantuvieron en cero hasta el décimo estaba a punto de terminar. Pero no como la mayoría creía.
"Estamos contra las cuerdas", apuntó Héctor Giménez. "Pero tenemos que tirar golpes como los buenos boxeadores".
Anzoátegui no ganó de balde 39 veces en la ronda eliminatoria. El mejor equipo de la temporada 2013-2014 estaba listo para rendir esa condición ante unos Navegantes que han sido indiscutiblemente superiores en este tope decisivo. Pero como aceptó García, parafraseando a Yogi Berra: "Siempre he dicho que el juego no termina hasta que se saca el último out".
¿Cuánto influyó el batazo de José Castillo, ese duro rodado que impactó en el antebrazo de Machí y le dejó arrodillado, con gestos de dolor? ¿Fue eso o la presión de estar a tres outs del campeonato? ¿O era acaso que el buen boxeador estaba por hacer su esfuerzo final? Castillo encendió el ánimo en la cueva de los aborígenes, mientras Machí soltaba el brazo, tratando de superar la molestia. Entonces llegó el sencillo de Cory Aldridge, y el boleto a Oscar Salazar. Gritaban más en el dugout de la derecha que en las gradas y tribunas, donde el sonido ya era ensordecedor.
"Aprovechamos el descontrol de Machí", sonrió Escobar. "Salimos concentrados al home y afortunadamente pudimos responder".
Giménez dio el aviso. Su largo tubey empujó dos y dejó la escena lista para el último héroe de la noche.
Machí se fue, por dolor, presión o descontrol. García trajo a Orángel Arenas, a un out de la duodécima corona de la divisa. Pero Arenas sólo tiene un rescate en su carrera. No es un especialista.
Tampoco Escobar es un especialista del bateo, pero su tabla salió al segundo envío, a toda velocidad. El encuentro que los bucaneros ganaban 3 por 0 terminó en su contra, 5 por 3.
Habrá quinto choque en la serie, mañana. La tarea imposible de la tribu continúa, así como la espera del Magallanes.
"Ahora todo es diferente", exclamó el manager ganador, Alfredo Pedrique. "Vendremos con el ánimo por las nubes.
Aquí nadie se va a rendir".
García respondió desafiante: "Les vamos a demostrar de qué estamos hechos".
Aún queda final por disputar.
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