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Los dos fueron los cabecillas de la victoria/Dagne Cobo Buschbeck
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Si el juego contra las Águilas de Zulia
tuvo matices para crear una obra maestra en Hollywood, el juego de este
viernes tuvo todos los ingredientes para escribir un guión que
fácilmente pudiera estar dominado al Oscar por tener todos los
complementos para mantener al público pegado a la pantalla.
Es que los Leones resurgieron como un ave fénix, y cuando Caribes
saboreaban la victoria en el cierre del noveno no se esperó un rally de
seis carreras de los melenudos, para escuchar el rugido del león
estremecer como nunca.
Todo esto gracias a dos baluartes de los capitalinos, hablamos de Bob Abreu y Álex González,
que labraron el milagro en el Universitario. Primero fue Abreu, que con
dos outs y dos hombres a borde, disparó un sencillo por la pradera de
la derecha que se tradujo en el empate en la pizarra. Y después fue el
turno de Álex que se encargó de conectar un doble que llevó a su
“compadre” hasta el home, para remolcar la carrera 14 que significó el
triunfo para los capitalinos, que nunca tiraron la toalla ante la
aguerrida tribu oriental.
Para Álex González fue ponerle
la guida al pastel en una noche épica para los melenudos, tras conectar
un cuadrangular en la baja del tercero que amplió, en ese momento, la
ventaja capitalina. Además remolcó tres carreras, para llevarse todo los
aplausos de los seguidores del Caracas, que vieron como los orientales
remolcaron tres rayitas en el sexto y séptimo que presagiaba un triunfo
de Caribes.
Pero tal presagio no se dio y al final
los capitalinos se quedaron con el triunfo, para empatar el Magallanes
en el primer lugar, y seguir en la pelea por un boleto a la serie final
de la LVBP. A parte de eso, los viejos ídolos de los Leones volvieron a
dejar su huella que muy difícilmente será borrada de la memoria de esos
seguidores que presenciaron esa heroica remontada, que quedó a la medida
de un guión para una ópera prima del cine.
Viernes, 17/01/14